Centradas en conseguir el reconocimiento oficial de esta nueva entidad y en conseguir el apoyo de las administraciones españolas y uruguayas para salvar el patrimonio histórico-cultural de la colectividad gallega.
El cierre de Casa de Galicia de Montevideo ha motivado a un grupo de emigrantes gallegos y descendientes a luchar por reconquistar el patrimonio que la intervención les ha quitado, pero si bien los pasos son firmes, la burocracia enlentece el reconocimiento de la asociación civil necesaria para hacerse con los bienes culturales y el preciado panteón social.
Reunidos en la biblioteca del Valle Miñor, la junta directiva de la novel asociación A Casa de Galicia Centro Histórico Cultural, presidida por Ismael Martínez, donde participaron el vicepresidente, José Antonio Antelo, la secretaria, Carmen Fernández Salgueiro, el tesorero, José Barbeito, el protesorero, Gustavo Cantero y la prosecretaria, Rocío Fuentes, realizó una puesta en común de las entrevistas mantenidas, el avance de los socios que se vienen sumando a buen ritmo, así como también las preocupaciones que los que pertenecieron a la mutua gallega plantean sobre su patrimonio.